En la playa de Cuevas del Mar, nuestra inseparable amiga la naturaleza, con ayuda de todos sus súbditos, ha creado unas formas fantásticas en sus incomparables paredes.
Ha conseguido esculpir la cabeza de una aldeana llanisca, con su pañuelo de seda, preparada para el disfrute de una de las muchas fiestas del concejo en la temporada estival.
Otra vez la naturaleza ofreciendo muestras de grandeza, no solo representa tradiciones del concejo en el que actúa sino que, además, es capaz de colocar sin igual la parte más complicada del traje de una aldeana llanisca.
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