Serie: Et tamen aqua
Bajo la llave de la tierra,
en mitad del camino.
Soy.
Perdido,
en un océano de dudas.
No hay faros
en el horizonte,
ni planos de navegación,
no hay estrella polar,
no hay sol en esta vida,
no queda nada
más que nuevas incógnitas,
niebla, nubes, tempestad,
nuevos laberintos
sin fin,
y sin salida.
Pura espiral de dolor
primitivo,
que te golpea
incesantemente.
Y cuando la mínima claridad,
la menor ayuda,
el más ínfimo rayo de luz
sobre tu camino
devuelve color a tu mundo…
Lo rechazas.
Confundes al universo,
todo tiembla,
juegas con la creación.
El miedo se asusta,
el dolor se ablanda,
el mal te mira
pero no se atreve a tocarte.
Caminas recto,
ajeno a todo,
seguro y confiado,
la infamia, la vileza
y otros males,
se ahogan a tu paso.
Tu poder elevado al cielo.
Has vencido
a la eternidad.
Muestras tu furia,
gestada en largas noches,
alimentadas por la luna,
madre de tus sentimientos
privados,
fríos,
sinceros.
Tu furia de plata
alimenta mi ansia de destrucción